Ha comparecido Rubalcaba ante la «intelligentsia» del PSC a rendir cuidada pleitesía. Ha reconocido legal autonomía a una formación con el sistema nervioso central en depresión. Le han explicado que esta pasando en Cataluña: lo del PP, CiU, qué dicen en los pueblos y ciudades… Para un dirigente socialista es preocupante que el «granero» de votos socialistas se este quedando vacío y el sufragio se desparrame entre muchas formaciones políticas mayormente de centro derecha.
Rubalcaba -que parece un novato de la política- se escandaliza, ruboriza y queda alelado por el hecho de que CiU haya pactado con el PP un partido con «catalanofobia» (sic). Por pactar, Alfredo, hemos pactado con CiU, con los tuyos autónomos del PSC, con los ex-comunistas, ahora eco-socialistas, verdes y alternativos, hasta hemos compartido con ERC equipo. Y es qué, querido Alfredo, hay que hacer de la necesidad virtud y los municipios catalanes no están para mucho flamenco: ahora toca bailar la sardana cogiditos de la mano y arrimando el hombro.
Ocurre que no podemos argumentar, ínclito Rubalcaba, como siempre. Decir que el PP tiene catalonofobia no es de recibo. Somos tan catalanes como los demás. No sé si sabes, en Cataluña todos somos iguales y no hay catalanes buenos y malos según sus ideas. Los catalanaes malos estan en las cárceles y no precisamente por sus ideas. Por favor Alfredito -permíteme el apelativo cariñoso pues estas de primarias- no vengas a darnos lecciones de moral. Dedicate a los tuyos -esas ovejas descarriadas del PSC- y a los demás déjanos sencillamente en paz. Ya tenemos bastante trabajo para salir de la crisis como para ir repartiendo «carnets» de buenos y los malos catalanes. Eso no ayuda, al contrario molesta.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.