¡Qué cambios en la Democracia Europea! En los últimos años los partidos tradicionales están perdiendo votos frente a los partidos denominados populistas o simplemente los movimientos ciudadanos. La ultra derecha en el centro y norte de Europa la ultra izquierda o los movimientos ciudadanos en el sur han cambiado el panorama.
La crisis ha traído un cambio en la estructura de la democracia. Europa pivota su sistema político por medio de los partidos. El partido político canaliza la participación de los ciudadanos y es la base de la democracia participativa. Pero los partidos políticos han fracasado –al menos en España- en la canalización de la participación ciudadana. Las direcciones de los partidos son las que deciden quién participa y cómo lo hace. El militante es convocado a los actos políticos y se limita a aplaudir al líder, pero no puede decidir quién se presentará por su partido en las elecciones a su municipio, por ejemplo. Los compromisarios o la ratificación por órganos superiores de las listas que presentan las juntas u organizaciones locales han laminado todo intento de participación del militante.
El fracaso del sistema de partidos en España es una de las explicaciones del auge de los movimientos ciudadanos y del nuevo enfoque de la democracia con una mayor participación de los ciudadanos. Los ciudadanos acusan a los partidos políticos de falta de democracia interna y de corrupción y piden un nuevo sistema de participación. Esta es la nueva tesitura.
Los nuevos movimientos apoyan que el ciudadano sea el que decida. La asamblea, la votación continúa, el referéndum son manifestaciones de esa democracia directa.
Esta es la tesitura: democracia participativa o democracia directa. No son incompatibles pero parece que en el sur de Europa prima la democracia directa.
Antoni Bosch Carrera. Notario de Barcelona y profesor universitario.